El pasado miércoles tuve la oportunidad de dirigirme a un grupo de profesionales de Bilbao que acudieron al curso que Overalia desarrolló para CEBEK. El curso quería sentar las bases para comprender cómo funciona la gestión de la reputación online y cómo mejorar los resultados de una página web a través de la optimización de sus contenidos, incidiendo especialmente en las notas de prensa y los blogs corporativos.

Por los resultados de la encuesta que rellenaron los asistentes, parece que gustó la charla, y eso es lo más importante: que la información transmitida fuera bien recibida y fuera útil. Más de uno de los asistentes empezó a jugar con Twitter y con Facebook, y me ha llegado algún nuevo follower. Un placer, bienvenidos.

Como ponente, me interesó especialmente tener la oportunidad de responder a las dudas que iban surgiendo, de comprobar como unos asistentes contestaban a otros, y de extraer algunas conclusiones que se derivan de estas preguntas.

  • La primera conclusión es que ser transparente no es fácil. Cuando tratando temas de Gestión de la Reputación insistimos en que más vale ofrecer información acerca de nosotros mismos a que esa información sobre nosotros la dé un tercero, a veces nos podemos encontrar con serias reticencias por parte del cliente. No tanto por parte de la persona responsable del departamento online o de comunicación, que seguramente comprende que la información en Internet se mueve más rápido de lo que parece, sino de quién en última instancia dicta la política de comunicación corporativa. En tiempos de crisis, soltar datos que puedan dar pistas a la competencia parece un problema en algunos casos concretos. Convencer acerca de la idoneidad de ser transparente va a depender en mucho de cada caso y de cada situación.
  • La segunda conclusión es que queda mucho por hacer en el uso corporativo de Internet. De la misma manera que leemos advertencias acerca del problema que puede suponer la diferencia entre la población conectada a Internet y la que desconoce cómo utilizar la red, esa brecha digital es igualmente replicable a la empresa (al fin y al cabo, las empresas no dejan de ser grupos de personas). Hay una minoría avanzada, un gran grupo que tiene conocimientos básicos y una enorme cantidad de empresas prácticamente ajenas a Internet. Y los profesionales que nos dedicamos a este tipo de temas no podemos dejar de tener presente a ese gran grupo. No sólo como un nicho de potenciales clientes, sino también como una responsabilidad ante ellos: trabajar con ellos formándoles.
  • La tercera conclusión es que queda también muchísimo por hacer en el terreno de los contenidos corporativos en Internet, concretamente en la optimización de las notas de prensa y en la creación de voces que sin dejar de ser corporativas, se dirijan al cliente final desde un punto de vista más cercano, más propio de Internet y menos ligado a las pautas del marketing tradicional. Falta en muchísimos casos que la empresa sea capaz de hablar con su potencial cliente de tú a tú para explicarle qué puede ofrecerle. Los blogs corporativos y los perfiles en redes sociales, así como un tono adecuado en la web de la empresa, pueden ser buenas maneras de lograr esa cercanía, y por ende, ese entendimiento…

Como sucede en tantas ocasiones, hacer el esfuerzo de enseñar te ofrece mucho que aprender. Gracias a Cebek y a los asistentes.

Publicado por Overalia

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