(publicado también en victorpuig.es) ¿Nos comportamos igual en el mundo off line que en el on line? Y una vez en Internet, ¿adoptamos el mismo rol en todas las redes sociales que usamos? Yo tengo mis dudas sobre este tema, uno de los que aparecieron en la mesa redonda sobre Gestión de la Reputación en la que participé el pasado viernes en Lisboa…
Se trataba de la edición portuguesa de EcommarketingShow, organizada por Fopren, autores del EcommretailShow de Barcelona. En ambas ocasiones participé en una mesa redonda sobre las redes sociales, pero si en Barcelona me tocó moderar, en Lisboa formé parte de los integrantes del debate.
La mesa se titulaba “O que valho na rede? O impacto da reputação online em debate” y bajo la moderación de Nuno Nunes (Gestor de Marketing y co-autor del libro “Marketing Pessoal: És um Produto de Sucesso?”) allí estuve con Armando Alves (FULL SIX), Bruno Silva (PORTAL INOVAÇÃO E MARKETING), Rui Marques Baptista (MC DILO), Paulo Morais (MKTPortugal). Ser el único no lusohablante de la mesa no fue un problema: los portugueses entienden mejor el castellano que nosotros su lengua, deberíamos aplicarnos…
Fue interesante y divertido, pero nos faltó debate: estoy seguro de que cualquiera de los componentes de la mesa suscribiría sin problema las afirmaciones de los demás. También eché de menos más tiempo para preguntas del público, pues hubo sólo dos.
La primera pregunta planteaba hasta qué punto es lícito que las empresas de contratación de personal o aquellas que están por fichar a un nuevo empleado husmeen en Facebook para saber quién es. Bueno, nos gusté o no, es lo que van a hacer: si antes las empresas pedían recomendaciones o intentaban contactar a empleadores previos del candidato, ahora van a echar un vistazo en Internet. Ya hemos visto algunas noticias acerca de despidos por publicar ciertas cosas en facebook. Queda en la responsabilidad de cada uno ser muy consciente de que lo que colgamos en Internet puede llegar al alcance de cualquiera: no sólo de nuestros amigos, sino quizás también de nuestro jefe o del que pudiera ser nuestro futuro empleador…
La segunda pregunta mostraba cierto recelo por la posibilidad de meter la pata en una red social y quedar en mal papel. Desde la mesa se insistió en que hay una cierta responsabilidad evangelizadora por parte de los usuarios más antiguos para guiar a los más nuevos. Mi opinión es que hay que empezar sin miedo, pero despacito: el ser humano aprende a comunicarse por imitación y las redes sociales no son diferentes. Observar primero, leer a otros y en poco tiempo se conocerá el tono adecuado para participar sin temor.
En este contexto, surgieron opiniones que mantienen que al fin y al cabo, las personas honestas serán iguales on line que off line y que no deberían molestarse si algún usuario poco avezado se equivoca. Incluso, se invitó a los presentes a contactar a los miembros de la mesa vía Facebook a modo de guía.
Bueno, aquí es donde no estoy 100% de acuerdo. Me explico: de la misma manera que no somos iguales en el trabajo que en casa, de la misma manera que no nos comportamos exactamente igual de vacaciones que en la oficina, yo creo que hay divergencias entre cómo actuamos en las redes sociales y cómo nos comunicamos cara a cara. Y no estoy hablando de ser coherente con uno mismo o de ser honesto y no fingir ser quienes somos. Me refiero sobre todo a que lo que decimos y cómo lo decimos es diferente, ni que sea en matices.
Por que lo que en una conversación cara a cara decimos seguramente incluye muchísima más información de los que nos cabe en un twitt o en un update de facebook. Y por que una cosa es contarle algo a un amigo (asumimos que le interesa o que queremos que nos escuche) y otra cosa es publicarlo en Internet (¿a cuántos interesará la misma información?).
Además, opino que en muchos casos el rol que adoptemos en cada red social puede ser diferente. Por ejemplo, yo uso twitter sobre todo desde un punto de vista profesional, para compartir información. Y uso facebook para mantenerme en contacto con amigos. Lo que publico en un lado no siempre aparece en el otro (sí aparece en facebook lo que sigo en twitter, pero no a la inversa: acabaría aburriendo a quienes me siguen profesionalmente con mis divagaciones personales…). Y por supuesto, ninguna de las dos cosas suele aparecer en Linkedin, donde soy más restrictivo con lo que digo.
¿Qué opinas tú? ¿Eres 100% igual on que off line? ¿Actúas igual en los diferentes perfiles que tengas en redes sociales?
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