Como ya sabéis, dos Overalios de carácter aventurero acaban de llegar de hacer las américas hace unos días. Guillermo Vilarroig y David Urkiri han pasado unos días por la costa oeste para asistir a la reunión anual de partners autorizados de Google, allá en Mountain View. Como cada viaje tiene tanto de experiencia profesional como de vivencias personales, y de toda la vida gustan mucho estas segundas, vamos a detallaros aspectos del viaje como más humanos.

El viaje se inicia en Donosti, volando hacia Madrid, y de allí directos a Los Ángeles.  Mientras Sandy hacia lo suyo en las costas de Jamaica, el avión toca  tierra norteamericana. Ya en la llegada, la policía aduanera de L.A. retuvo más de dos horas al pasaje de dos aviones, uno llegado de China, y el que llevaba a nuestra delegación desde España. Las caras de formales jóvenes emprendedores de David y Guillermo no hicieron mella en la policía norteamericana, y sufrieron la retención como todo pichichi. Solventado el problema, partida para San Francisco y a la cama prontito a recalibrar el Jet Lag.

Dia 1. A la rica tortuga.

Después de dar cuenta de un desayuno californiano,

se impone un buen paseo por Downtown, patear cuesta arriba-cuesta abajo, y empaparse de la realidad norteamericana sin perder nunca ese espíritu de Paco Martínez Soria de aventuras por la gran ciudad. Como San Francisco ofrece mucho de todo, tampoco hay que dormirse en los laureles, así que David y Guillermo eligieron Chinatown como próximo destino a visitar. Chinatown es en sí una especie de microcosmos dentro de la ciudad. El barrio chino mas antiguo de USA tiene mucho que ofrecer y hay que procurar sacar el máximo de provecho en la visita. Mucho mercadillo de todo tipo, y un mercadeo de alimentación digno de ver. Como nuestro estómago está educado a la europea, nos ahorramos las fotos que incluían anfibios, quelonios, patas de reptil, lenguas de tal y ojos de cual. Me figuro que si plantamos a un chino ante un plato de callos a la madrileña o entresijos también pondría el grito en el cielo, así que no seremos nosotros quienes juzguen lo que cada cual se eche al buche.

Arquitectura en Chinatown

En Chinatown todo está baratito así que nuestros amigos aprovecharon para comprar un poquito de todo. Después de la pateada y como reposo del guerrero, un masaje  reflexológico y a buscar un buen sitio para cenar. Como el hambre aprieta y son muy cosmopolitas, eligieron el Benihana, una plancha japonesa ante la cual se manejaba divinamente un Chef Mexicano que picaba aquí y aliñaba allá a la velocidad del rayo.

Dia 2. Catalanes por el mundo.

El cuerpo pide algo de ejercicio, pero tampoco a gritos, así que unas bicicletas eléctricas son una opción ideal para disfrutar de una excursión bajo el sol por el icónico y archiconocido Golden Gate. El espectacular puente rojo que cruza la bahía acerca a nuestros amigos a pueblos como Sausalito, que se caracteriza por su conjunto de casas flotantes. Conocen a un compatriota catalán afincado allí, y que pasa sus dias viviendo en un costante balanceo y con un espectacular mercedes descapotable aparcado en la puerta. Angel era su gracia, y amante de la charleta como nuestros amigos, así que fluyó el buen rollo de inmediato.

A lo verano azul, con el GG de fondo

Tras disfrutar unos vinillos, visita a otro pueblo: Tiburón y vuelta en ferry para San Francisco, rozando la mítica Alcatraz que nos trae recuerdos de Clint Eastwood cavando túneles y que ríase usted de Alcalá Meco.

Dia 3. A mi me gusta el pi-piribi-pi-pi.

Blanco transoceánico muy digno.


Otra visita a un icono de San Francisco: sus viñedos. Cruzando en coche alquilado los dominios de Ángela Channing y degustando los excelentes vinos blancos de cada bodega, David Y Guillermo se quedan especialmente encantados con el «Sebastiani» de la bodega homónima. También les sorprende el queso con habanero (un pimiento picante de los que calienta el gaznate para el resto del dia) que degustan en una quesería de la región. Después de una comida en el típico restaurante americano donde una camarera llamada Daisy te sirve café de una jarra y te llama cariño todo el rato, visita a más bodegas en Sonoma Valley. Ya anocheciendo, y desde Napa, rumbo a Mountain View para hacer noche. Un dia productivo, vamos.

Dia 4. Shopping therapy.

La visa más rápida al oeste del Mississippi

El domingo por la mañana compras y más compras en el Mall de Milpitas. Guillermo y David son muy de regalar y la visa corría con alegría de datáfono en datáfono como si no hubiera mañana. Que si ropa por aquí, que si discos por allá, que si esto para mi señora va ideal, que si con esto a mi suegra la tengo en el bote una temporada. De compras el tiempo pasa rápido y la mañana pasó en un tris. A la tarde un par de reuniones con asistentes al evento de Google del dia siguiente, y una cenita ligera antes de planchar la oreja.

Dia 4. Google.

Urkiri testando el equipo Street View

La primera jornada en Google fue apasionante como no podía ser de otra manera. Conferencias durante toda la mañana y teorías de gurús reconocidos mundialmente de primera mano. Muchos quilates en información de la cual os hemos dejado muestras en el anterior post. Puesta al dia con el resto de partners y se establecen muchos y muy valiosos contactos. Cumpliendo con mucho las espectativas, el resto de la filosofía de trabajo de Google no defrauda. En esa efectiva mezcla de trabajo-creatividad-rigor-diversión encontramos mesas de ping-pong para el relajo de los empleados, bicicletas para moverse por las instalaciones, máquinas recreativas corporativas… Muestras por todos lados que evidencian que el leit motiv de la empresa es cuidar de las cabecitas de la gente que a su vez cuida de ella. Y a la vista está que funciona. Después unas copas con música en vivo y a esperar con ansias el último dia.

Dia 5. Más Google.

Definitivamente, Google mola.

El último dia en Google terminó con una serie de conferencias y un lunch. Una comida latina para comentar todas las charlas, conferencias y experiencias vividas sirvió de nuevo de excusa para conocer más y más gente con inquietudes afines a la nuestra. Si algo tienen estos viajes es que el ambiente distendido crea un clima de acercamiento perfecto para establecer contactos, y siempre hay que aprovechar esa opción. En ese sentido, Guillermo y David son dos buenos embajadores.

Dia 6. La vuelta.

Going home

Coincidiendo con el dia de Halloween, llegada al aeropuerto entre vampiros, brujas, frankesteines varios, truco-o-trato, y toda la farándula. Vuelta a casa satisfechos y como cada año, sorprendidos de hasta que punto Google se adelanta a las necesidades de sus usuarios y es capaz de mejorar su potente herramienta. Volveremos el año que viene, y volveremos a contároslo. Tanto los detalles técnicos, como los puramente cotilleros como ha sido el caso.

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Publicado por Overalia