¿Necesita mi empresa estar en Redes Sociales?
Es la pregunta recurrente del pequeño/mediano/gran empresario a su sobrino adolescente que entiende mucho de ordenadores. ¿Venderé más con un community manager? ¿Descuadrará demasiado mi presupuesto para marketing? ¿Es recomendable que la gente no sólo conozca los entresijos de mi empresa, sino además proporcionarle una plataforma para que me critique en mi propio terreno? Una pregunta para cada inquietud, y una inquietud para cada empresario.
La web social ha irrumpido con fuerza cambiando los conceptos que hasta ahora teníamos sobre internet. La relación unilateral entre el usuario y su búsqueda de hace unos años ha dado paso a una pluralización global de las críticas, opiniones, criterios, ofertas y demandas de cualquier ciudadano de a pie, asociación, organización o plataforma.
La pregunta es si una marca se puede permitir permanecer al margen de esta apertura, y en qué medida eso le puede beneficiar o perjudicar.