Guillermo Vilarroig, socio cofundador de Overalia, participó en el Congreso Nacional de Marketing y Ventas celebrado el pasado 19 de septiembre en Bilbao con una ponencia sobre ‘El Marketing de un startup’.
Si bien Vilarroig asegura que no se considera un emprendedor, expuso sus recomendaciones basándose en su propia historia personal y profesional. Fundó Overalia junto con Luis Miguel González a mediados de la década de los 90, adentrándose entonces en el mundo de las páginas web. Pero pronto se dieron cuenta que era necesario dar un paso más y especializarse en las posibilidades que ofrecía el marketing en Internet. “El futuro pasaba por la generación de tráfico Web a través de buscadores (SEO y SEM) y, sobre todo, tener la información adecuada en el momento adecuado. Y eso se logra a través de la analítica Web y el análisis de la competencia. Este punto, sumado a la experiencia que teníamos en el desarrollo de páginas Web desde 1995, nos hizo tener un perfil de empresa especializada muy bueno”, recuerda Vilarroig.
Gracias a su tenacidad e insistencia, lograron una cita con Google en Nueva York en 2005. Un año después ya estaban dentro del selecto club de los partners del gigante de Internet.
Y es que labrarse un camino y lograr un hueco en el mercado no es tarea fácil, pero “haciendo las cosas bien se puede conseguir una buena posición”, afirma el socio de Overalia. A lo largo de su charla, Vilarroig resaltó las siguientes recomendaciones orientadas a los emprendedores que están buscando su hueco en un entorno en el que la coyuntura económica actual lo pone ciertamente difícil.
- Ser diferente: Especializarse y diferenciarse de lo que realizan los competidores es clave para encontrar un espacio en el mercado.
- Liderazgo de ideas: uno tiene que intentar ser el mejor en lo que hace. Con esa actitud tenaz y constante en el tiempo será más fácil que los resultados lleguen.
- Reputación: hay que labrarse una reputación basándose en el trabajo bien hecho y dando a conocer las virtudes de la labor que uno desarrolla. Es algo que no se consigue de la noche a la mañana, pero igualmente, siendo constantes la imagen de la empresa o del proyecto irá tomando consistencia
- Tener clientes y casos de éxito que apoyen tu discurso y especialización: la reputación por si sola no es más que un ‘globo’ fácil de pinchar y desinflar si no va acompañada con casos de éxito que demuestren las virtudes de lo que se transmite. El mensaje será más creíble y la reputación adquirida será aún más sólida con unos ejemplos convincentes.
- Que te llamen, en vez de llamar. Gracias a todo este esfuerzo en la especialización y el trabajo bien hecho, llega la reputación y, por consiguiente, los clientes. Con todo este trabajo, que no es tarea fácil, conseguiremos que nos llamen en vez de ser siempre nosotros los que llamemos a la puerta del cliente.
- El online y offline ya no existe. La diferenciación entre los dos canales cada vez es más difusa. Es fundamental integrarlos en un plan de marketing global para que el mensaje que transmitamos tome mayor fuerza y ofrezca mejores resultados.
- Haz lo que puedas y sepas. No se trata de aparentar lo que no se es con tal de vender. Es importante conocer nuestras limitaciones y ser honesto con el cliente sin dejar de aprender y mejorar constantemente.
- Estar en el sitio y momento adecuado. Lograr un buen posicionamiento web es cada vez más importante. Los clientes están en la red y el vendedor tiene que estar donde estén sus clientes. Por ello, hay que disponer de información sobre el público objetivo, la competencia y el mercado. Y para ello en la red hay disponibles diversas herramientas que ofrecen información muy valiosa que nos orientarán a la hora de diseñar la estrategia online adecuada.
- Pero no solo en Internet. Trabajar para lograr una buena visibilidad online es fundamental, pero no lo es todo. Las acciones offline, como las relaciones públicas, a veces llegan mejor al público objetivo y complementan el esfuerzo online.
- Si te lo puedes permitir, sé internacional. En un mundo global como en el que vivimos actualmente, hay que apostar por la internacionalización, siempre y cuando nos lo podamos permitir. Amplía los horizontes y aporta un gran valor y conocimiento a la empresa que finalmente repercute en la cuenta de resultados.
En otras palabras, se trata de escoger adecuadamente el nicho de mercado, especializarse, desempeñar bien el trabajo intentando ser el mejor (o de los mejores) y saber contarlo. Para lograr una buena visibilidad de todo ello, la web ofrece innumerables opciones que merece mucho la pena explorar.
Puedes consultar la presentación que utilizó Guillermo Vilarroig para su charla: