Ayer tuvimos oportunidad de escuchar a la canadiense Rahaf Harfoush, experta en nuevos medios de comunicación y su aplicación en la estrategía de comunicación de las empresas. Harfoush alcanzó fama internacional tras su importante papel en la campaña presidencial de Barack Obama.

Harfoush contó a cuantos nos reunimos ayer en el Palacio de Congresos Kursal de Donosti, que tardó 6 semanas en convencer a los responsables de la campaña online de Obama de que la dejarán participar…

Rahaf HarfoushLa autora del libro “Yes we did” (se publicó en mayo y explica las vicisitudes de la campaña on line a favor de Obama) dijo que la campaña fue más innovadora de lo que parece a primera vista. Por ejemplo, en el ámbito estratégico, se dirigieron por primera vez a todos los estados, no solo a los afines, en lo que bautizó como «Fifty state strategy».  Tradicionalmente, los candidatos dirigen sus esfuerzos a aquellos estados de los que esperan mejores resultados, prescindiendo casi de los que tradicionalmente apoyan a  sus oponentes. Uno de los elementos más importantes para alcanzar la presidencia fue movilizar a los simpatizantes de Obama: en my.barackobama.com se crearon más de dos millones de perfiles y hubo 35.000 grupos de voluntarios, de los que surgieron todo tipo de iniciativas para apoyar a Obama. Nuestra duda es si la población de nuestro país está tan dispuesta y tan implicada políticamente como para replicar aquí estrategias similares…

Los puntos que más nos interesaron de lo que Harfoush nos contó se resumen en:

  • El poder de la estrategia dentro de una campaña. Los medios sociales no son un simple ingrediente: hay que tener una clara estrategia.
  • Organización online=acciones offline. Animar desde los medios a pasar a la acción.
  • Hay que tener una marca coherente.
  • No intentar hacerlo todo  a la vez. Empezar poco a poco y aprender de los errores para seguir creciendo.

Harfoush resume su éxito en siete lecciones a tener en cuenta:

  1. Redefinir el compromiso. Cuidado con las mediciones arbitrarias en las redes, los «consumidores activos» tienen un valor añadido. Hay que priorizar las herramientas de usuarios implicados.
  2. Convertir a los usuarios de «perfil bajo» en perfiles más activos. Pedir en lugar de empujar, poco a poco.
  3. Basarse en lo que hacen los usuarios. Obama fue el único candidato que tenía una aplicación para Iphone. Es dudoso si tal aplicación tendría un uso efectivo en nuestro contexto…
  4. Promover acciones correctas. Cada colaborador tenía un índice en su perfil, una especie de «puntuación de compromiso». Además, con más puntos podían acceder a más recursos, participar en cuentas, participar en formación relacionada (por ejemplo, los que hacían llamadas telefónicas, recibían antes un curso sobre este tipo de llamadas).
  5. Personalizar la misión. «Pasión de la comunidad«. Contó la anécdota de un señor que les mandó un e-mail, muy enfadado, porque había visto un vídeo en el que Obama bajaba  las escaleras de un avión con las manos en los bolsillos, y eso era peligrosísimo…
  6. Innovación conjunta. Surgieron muchas iniciativas populares, por ejemplo, hubo gente que realizaba servicios a la comunidad disfrazados de Obama…
  7. Acoger los imprevistos con los brazos abiertos. Siempre hay críticas maliciosas, pero hay que convertirlas en oportunidad, convertir lo negativo en positivo. Echamos de menos en este aspecto algún ejemplo concreto de una crítica importante y cómo la trataron…

Para el equipo de Overalia poder escuchar a Raharf Harfoush en directo fue muy interesante. Tomamos nota de sus consejos y esperamos fundir algunos de ellos con nuestra metodología en Gestión de la Reputación, donde ya venimos aplicando algunos de los puntos más sensibles. Charlas de este estilo nos demuestran la importancia de las redes sociales y de la participación de los ciudadanos, que al fin y al cabo, somos todos…

Publicado por Overalia

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